Presupuesto
Características
el mejor momento
Primavera and Otoño
duración
1 día
Piérdase por las callejuelas medievales de la Ciudad medieval, suba a lo alto de las torres, contemple las vistosas vidrieras de la basílica… y relájese en una terraza sombreada mientras se toma algo…
Recommandé par Marc
¡La primera vista de la Ciudad es grandiosa! La imaginación del visitante vuela al situarse frente al puente levadizo.
Cruzar la Porte Narbonnaise, la entrada principal de la ciudad medieval, con sus 2 gigantescas torres, es como aventurarse en el corazón de la Edad Media, ¡como penetrar en un mundo desconocido! ¡Empecemos!
Estacionamiento
Acceder a la Ciudad resulta fácil, ya que frente al monumento existen espaciosos aparcamientos de pago, a tan solo unos minutos a pie. El acceso a la Ciudad es totalmente gratuito, solo hay que pagar una entrada para visitar el castillo, que es un museo
La ciudad es un pueblo aún habitado que se descubre a través de una calle en ligera pendiente que conduce a la impresionante barbacana y a sus verjas situadas frente a nosotros. Se trata de la entrada del castillo, el antiguo palacio de los vizcondes de Carcassonne. Ahí es adonde nos dirigimos.
Penetrar en el castillo, la "fortaleza dentro de la fortaleza" permite hacerse una idea de la vida medieval. El monumento y sus múltiples sistemas de defensa es gigantesco. ¡En este lugar inmenso e impresionante, resulta fácil imaginarse rodeado de escuderos, de trovadores y de gentiles damas! Optamos por la visita guiada, que es la más completa. El guía nos transporta al pasado con sus anécdotas y relatos sobre la agitada historia de la ciudad y de sus habitantes.
Le saviez-vous ?
La estatua que le acoge a la entrada de la Ciudad representa a la Dama Carcas. Todos los habitantes de Carcassonne la conocen. Cuenta la leyenda que ésta le habría dado su nombre a la ciudad mediante una ingeniosa estratagema. Algo que oscila entre el mito y la realidad…
Accedemos a las murallas exteriores, y allí, cabello al viento, nos quedamos impresionados por la vista: ¡imposible no detenerse para contemplarla!
La muralla medieval domina la ciudad: las torres de múltiples formas, el campanario almenado de la basílica, los tejados rosas de la Ciudad, y una excepcional panorámica de la ciudad baja, la Montaña Negra, la cadena de los Pirineos. ¡Una vista de 360°!
La visita al castillo prosigue de sala en sala por un dédalo de escaleras y corredores, y finaliza en la tienda-librería que ofrece unas hermosas colecciones de objetos de recuerdo. Continuamos nuestro paseo por las empedradas y tortuosas callejuelas del casco antiguo, entre pequeñas tiendas y antiguas edificaciones…
De una calle a otra, pasamos de un animado ambiente, con los alegres gritos de los niños, a unas callejuelas en las que reina el silencio. ¡Aquí nos sentimos realmente transportados 8 siglos atrás!
El azar de las calles nos conduce hasta el atrio de la basílica.
¡Atención, las gárgolas nos vigilan! El exterior es muy sobrio y no permite adivinar la vistosidad del interior. Esta basílica, que combina armoniosamente los estilos románico y gótico, posee unas vidrieras de un gran colorido. Rojo, amarillo, azul… cuando el sol se proyecta en ellas, el resultado es casi hipnótico.
Un lugar inspirador, ideal para disfrutar de un momento de serenidad.
El último objetivo: fantasear al sol y sentarse tranquilamente en una terraza.
¡Porque Carcassonne también es eso! Paladear un vino de la región con unas aceitunas, una copa, el sol, los amigos, y todo ello en un lugar excepcional… ¡en una palabra, la felicidad!
¿CÓMO LLEGAR?
Tu itinerario con