En el recodo de la carretera, Rocamadour aparece frente a usted. Tanto de día como de noche, seguramente le fascinará. El pueblo vertical, construido en niveles sucesivos en la ladera del acantilado, está suspendido a 150 m por encima del cañón del Alzou. Las casas, los tejados y las iglesias parecen formar parte de la roca.
Esta aldea de 630 habitantes es uno de los lugares más visitados de Francia. Entrará por la puerta fortificada du Figuier antes de seguir la rue de la Couronnerie, la única calle de Rocamadour, muy animada, con sus tiendas y restaurantes.
Vale la pena echar un vistazo
A pie o en el ascensor, suba hasta el castillo superior cuya silueta domina Rocamadour. Desde lo alto de este mirador, podrá disfrutar de unas vistas vertiginosas de la ciudad.
¿Lo sabía?
Rocamadour y sus alrededores se encuentran en el territorio del Parque natural regional de las Causses du Quercy, declarado Geoparque Mundial por la UNESCO.
Rocamadour era, ante todo, un lugar destacado de peregrinación. El pueblo alberga las reliquias de San Amador y era el santuario venerado de la Virgen Negra.
Desde el siglo XII, los peregrinos venían de toda Europa a rezar aquí. Al igual que ellos, tome la escalera monumental de 216 peldaños que conduce a la explanada del Sanctuario donde se erigen, en la ladera del acantilado, 8 iglesias y capillas. No deje de visitar la capilla Notre-Dame y su estatua de la Virgen Negra, pequeña figura de madera negra que data del siglo XII, con una aureola impresionante.
¿Lo sabía?
La iglesia Saint-Sauveur y la cripta Saint-Amadour han sido declaradas patrimonio mundial por la UNESCO por su importancia en la peregrinación hacia Santiago de Compostela.
A menos de 30 min. de Rocamadour se encuentra el valle del Dordoña. Desde Sousceyrac al este hasta Souillac al oeste (cerca de 60 km), siga sus meandros bordeados de acantilados y de una espesa cortina vegetal, salpicados de islotes de arena y tranquilas pequeñas playas de guijarros.
Con una fauna y una flora muy ricas, el Dordoña es el único río de Francia cuya cuenca ha sido declarada Reserva de la biosfera por la UNESCO. Podrá bañarse en el agua pura, ir de pesca, montar en la canoa o pasear a pie o en bicicleta por sus orillas.
No debe perderse
¡Descienda a 103 m bajo tierra! El precipicio de Padirac es una de las mayores curiosidades geológicas de Francia. En barca o a pie, admire sus grandes galerías y concreciones monumentales.
Sin abandonar su baño de naturaleza, visite los pueblos del valle del Dordoña, cada cual más encantador: Bretenoux, hermosa bastida del siglo XIII; Saint-Céré dominado por el castillo de Saint-Laurent-les-Tours que alberga el museo Jean Lurçat, así como Souillac y Gramat.
También le cautivará los pueblos clasificados entre los más bonitos de Francia: Autoire, Loubressac, Martel y sus casas medievales y Carennac (vea el Chateau des Doyens, la iglesia Saint-Pierre y su claustro).
También ineludibles: los castillos de Montal y de Castelnau-Bretenoux.
Insólito
En Martel, suba a bordo de un auténtico tren a vapor, siga la vía férrea parcialmente tallada en el acantilado que, como si fuera un balcón, domina todo el valle del Dordoña. Vistas espectaculares y escalofríos garantizados.
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¿Cómo llegar?
Rocamadour y el valle del Dordoña se encuentran en el departamento de Lot, al norte de la región Occitania, a 165 km de Toulouse.
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