El Canal du Midi, una larga cinta verde sombreada, fue creado en el siglo XVII por Pierre-Paul Riquet. Conecta Toulouse con Sète, a orillas del Mediterráneo. Esta obra de arte única en el mundo fue catalogada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1996, convirtiéndose en un destino privilegiado para el turismo fluvial en Europa.
Riquet era un rico burgués nacido en Béziers en 1604, que no había estudiado ingeniería, sino que trabajaba como recaudador de impuestos en el Languedoc. Riquet era alguien modesto, que no se jactaba de su extraordinaria inteligencia ni de su maravilloso sentido práctico. Sin embargo, Colbert supo ver su genialidad y convenció a Luis XIV para que autorizarse el proyecto de Riquet. El resto es digno de una novela épica.
Ni los 14 años de trabajos, las 328 obras de ingeniería que se construirán a lo largo del Canal, ni las disputas con los ingenieros y los financieros del Rey Sol o el agotamiento de los fondos reales impidieron que Riquet llevase adelante la más segura de las vías comerciales. Éste llegó incluso a dilapidar su fortuna personal.
La muerte se llevó a Pierre-Paul Riquet en 1680, apenas un año antes de la inauguración de la obra. Su hijo Mathias será el que termine el Canal du Midi, esa ruta fluvial por la que es un placer navegar hoy en día.
¿Lo sabía?
Cuando el dinero real se agotó, Pierre-Paul Riquet pagó de su bolsillo a los obreros que trabajaban en la construcción del Canal. Su número llegó a alcanzar los 12 000, muchos de ellos eran campesinos que vivían en las inmediaciones de la obra. En cierta manera, Riquet fue un precursor de los regímenes de protección social, ya que pagaba a los trabajadores incluso aunque estuviesen enfermos o cuando la lluvia interrumpía los trabajos.
Por lo que podrá conocerlo, encontrarlo, conocer más a fondo a ese hombre apasionante en diferentes lugares de nuestra región. De hecho, el inventor del Canal du Midi tiene su estatua en Toulouse, en la parte alta de las avenidas Jean Jaurès, así como en las avenidas de Béziers. Podrá ver su piedra tumbal al pie de uno de los pilares de la catedral de Saint‑Etienne, en Toulouse.
En el campo de Toulouse también podrá descubrir su castillo en Bonrepos-Riquet, rodeado de un magnífico parque en el que prefigurará como una maqueta a tamaño natural el mecanismo hidráulico de su obra maestra.
Pierre-Paul Riquet también tiene su museo, junto al lago de Saint-Ferreol en el Alto Garona, el Réservoir (depósito). ¡Una visita ineludible.
Las cifras de la gloria
A 1 hora al sureste de Toulouse, cerca de Revel, descubra el lago Saint-Ferréol, un lugar ideal para nadar y practicar deportes acuáticos. Este magnífico lago se encuentra en el corazón del sistema diseñado por Pierre-Paul Riquet para abastecer continuamente el Canal du Midi.
¡Él lo dijo!
"Será una gran obra de paz, capaz de perpetuar la memoria de su autor en los siglos venideros": Luis XIV no se equivocaba aquel día de 1666 en el que predijo que el Canal du Midi pasaría a la posteridad. Lo que omitió decir es que en él veía un buen medio de privar al rey de España de los impuestos recaudados por el estrecho de Gibraltar, el único paso que por aquel entonces existía entre el Mediterráneo y el Atlántico.