Temas
Acceso en tren
Vaya en tren con el Occitanie Rail Tour:
Narbona, punto de partida de este fabuloso viaje, es una escala de la línea del Mediterráneo y del Canal del Midi.
el mejor momento
Primavera
duración
1 día
Descubrir Narbonne de una manera tranquila y original. Salga desde el centro de la ciudad hacia el Mercado Cubierto 1900, para luego continuar en bicicleta por un hermoso recorrido a lo largo del Canal de la Robine. Desde el casco histórico hasta la esclusa de Mandirac vivirá una experiencia en armonía con la naturaleza. Después de un pícnic a la orilla del canal, regrese a la ciudad para soltar amarras en un barco tradicional y descubrir el canal y sus alrededores de una manera diferente y relajante. ¡Disfrutará de un maravilloso día entre patrimonio y naturaleza en una ciudad llena de encanto!
La jornada comienza en el Mercado Cubierto 1900, emblema de la gastronomía local, con un estilo "Art Nouveau" que combina el acero y el cristal. Este lugar de visita obligada constituye el orgullo de los habitantes de Narbonne.
Nada más entrar, se encontrará de lleno con el auténtico ambiente del Sur de Francia: acogedor, cálido, bullicioso, con los colores y aromas de los productos locales, aceitunas, frutas y verduras, especias mediterráneas, quesos, embutidos, mariscos...
Podrá recorrerlo de puesto en puesto, deteniéndose a mirar y oler, con el propósito de llenar la cesta del pícnic que se llevará para el paseo en bicicleta. Le resultará difícil elegir, ya que todo resulta increíblemente apetecible.
Aparcamiento
Aparcamiento gratuito al final del Quai Victor Hugo (en dirección Le Théâtre). Atención: los jueves es día de mercado por lo que la afluencia será mayor, así que venga temprano.
Hugo de Languedoc VTT Evasion le estará esperando y le recibirá con una sonrisa y muchos consejos interesantes. ¡Ya está equipado, ha llegado el momento de iniciar el pequeño viaje de ida y vuelta de 16 km por las orillas del Canal de la Robine hasta la esclusa de Mandirac!
Los caminos de sirga son perfectos para el ciclismo, porque son llanos y generalmente sombreados. La ruta resulta fácil para toda la familia. La Robine es, en realidad, el antiguo cauce que el río Aude abandonó en la Edad Media, y que en el siglo XVII se convirtió en canal para unir la ciudad de Narbonne y el Mediterráneo con el recién construido Canal du Midi, y facilitar así el comercio. Al formar parte del mismo conjunto, la Robine también fue declarado Patrimonio Mundial de la Unesco.
En un entorno tranquilo y relajante, podrá contemplar preciosas panorámicas, como el Canigou en el horizonte y la catedral de Saint-Just-et-Saint-Pasteur. ¡El encanto de Narbonne reside en la perfecta armonía entre patrimonio y naturaleza!
Consejo
Consulte la meteorología: para evitar caídas accidentales en el camino de sirga es mejor no hacer el paseo en días de lluvia.
Nada más salir de la ciudad, penetrará en otro mundo con un cambio de escenario inesperado: ¡sí, no está soñando, lo que ve a su alrededor son arrozales! Se trata de un cultivo tradicional bastante desconocido.
Al llegar a la esclusa de Mandirac descubrirá la "Charpenterie de Marine", un lugar de inserción profesional que trabaja en la conservación del patrimonio marítimo fluvial y en la renovación y reconstrucción de antiguos barcos. Uno de sus proyectos es la reconstrucción de una embarcación romana descubierta en una excavación arqueológica cercana (el taller de reconstrucción puede visitarse gratuitamente durante todo el año).
Muchas especies de aves habitan esta zona: gaviotas, cigüeñas, charranes... una fauna sorprendentemente diversa. El territorio de este parque natural regional es uno de los pocos parajes naturales protegidos con tanta biodiversidad en la costa mediterránea.
Las lagunas costeras, conocidas aquí como étangs, son masas poco profundas de agua salada. En ellas viven numerosas especies de animales, incluidas las aves migratorias. Regularmente se organizan visitas para descubrir la flora y la fauna.
¿Lo sabía?
Para cualquier consulta sobre la protección de la naturaleza, las especies que se pueden encontrar en este entorno, no dudes en acudir a la Liga para la Protección de las Aves (LPO).
¡Pedalear entre aves migratorias y paisajes de viñedos abre el apetito! Es hora de hacer un pícnic familiar junto al canal con los productos comprados esa mañana en el mercado cubierto. En el camino de sirga no hay zona de pícnic, por lo que en la cesta deberá incluir mantas y manteles. Luego podrá regresar tranquilamente al centro de Narbonne sin dejar el canal que atraviesa la ciudad, lo cual resulta original y práctico.
Después de dejar las bicicletas en Hugo diríjase a la Gabarra Le Solal, amarrada en las "Barques" del centro de la ciudad, para dar un paseo por el canal. Descubrirá la ciudad y sus monumentos desde otra perspectiva. Los muelles, la magnífica arquitectura del Languedoc, el Pont des Marchands bajo el que se pasa... con su lejano parecido al Ponte Vecchio, ese puente tiene un encanto increíble. Este puente declarado monumento histórico es uno de los pocos de Francia que aún están habitados. ¡A los niños les encanta este paseo por el canal!
El punto culminante de este paseo fluvial es el paso de la esclusa de Narbonne, una típica obra de ingeniería hidráulica. Las pesadas compuertas se abren lentamente, dejando que el agua fluya densamente. El paseo es comentado, lo que nos permite aprender mucho sobre el funcionamiento de estas esclusas, saber de dónde viene el agua del canal... El trasiego de barcos que se cruzan hace que la aventura resulta divertida e impresionante, ¡ya que la esclusa no es muy ancha!
Al término de este agradable paseo en bici se agradece un descanso y un descubrimiento original del patrimonio de Narbonne.
Al desembarcar, podrá relajarse frente al embarcadero de la Promenade des Barques a la sombra de los plátanos. Sentado en la hierba contemplará el paisaje, las avenidas, el canal, el Pont des Marchands, el Palacio de los Arzobispos y la catedral alzándose por encima de los árboles.
A continuación, diríjase a la cercana Place de l'Hôtel de Ville para tomar una copa y un helado en una de las terrazas de los cafés de ambiente mediterráneo, frente al inmenso Palacio de los Arzobispos. ¡Este será el broche de oro de la jornada!
La catedral de Saint-Just-et-Saint-Pasteur, que puede contemplarse desde cualquier punto de Narbonne, es uno de los principales monumentos de la ciudad, una enorme catedral gótica que figura entre las más altas de Francia.
Su estado inacabado le confiere su singularidad. Solo el coro está terminado, por lo que falta la mitad del monumento.
Resulta difícil imaginar lo grande que habría sido si los arzobispos hubieran tenido el dinero y el tiempo suficientes para construirla en su totalidad; se encuentra junto al Palacio de los Arzobispos, un gigantesco palacio medieval que alberga varios museos.
¿Cómo llegar?
Tu itinerario con